También ayer viernes, 10 de enero de 2008, el diario PÚBLICO publicó un entrañable artículo sobre la poesía de Kapuściński firmado por Peio H. Riaño que llevaba como título:
Kapuściński también era poeta
¿Qué se puede esperar de la poesía de alguien que vivió 27 revoluciones y escapó varias veces de la muerte? ¿Qué de quien decía que el viaje es el principio de todo conocimiento? ¿Qué le puede interesar a alguien que repetía que para hacer un buen reportaje hay que convivir con las personas que viven la realidad que se describe? ¿Qué podemos esperamos de Ryszard Kapuscinski en un género en el que no le habíamos catado hasta después de su muerte? En algo más de una semana se cumple un año de su fallecimiento y para entonces Bardeby Editores sacará a la hiz un magnífico libro en el que se reúne toda su poesía, o lo que sea. Raque esta compilación aclara lo queya sabíamos: Kapuscinski fue un reportero enorme, y añade algo de luz a lo que él mismo trato de ocultar siempre: que su
magnitud partía de la poesía.
En este libro cabe toda esa poesía que se apunta en un bloc de notas a retales y que, tarde o temprano, termina por salir a flote porque son los pilares del resto de los escritos. Aquí está toda la poesía que destila el gran reportero de África, Asia y Latinoamérica prensada en pildoras mortales que merecen una nueva etiqueta: los cronipoemas, porque llevan encima todos los soldados con disparos en la frente, todos los dolores que no cesan, todos los paisajes impresionistas de naturaleza sublime y todo el despliegue lírico que permite la precisión de la justa palabra. Y un poco de autobiografía: "El poeta R.:/ tuberculosis/ alcohol/ de vez en cuando/un poema".
magnitud partía de la poesía.
En este libro cabe toda esa poesía que se apunta en un bloc de notas a retales y que, tarde o temprano, termina por salir a flote porque son los pilares del resto de los escritos. Aquí está toda la poesía que destila el gran reportero de África, Asia y Latinoamérica prensada en pildoras mortales que merecen una nueva etiqueta: los cronipoemas, porque llevan encima todos los soldados con disparos en la frente, todos los dolores que no cesan, todos los paisajes impresionistas de naturaleza sublime y todo el despliegue lírico que permite la precisión de la justa palabra. Y un poco de autobiografía: "El poeta R.:/ tuberculosis/ alcohol/ de vez en cuando/un poema".
El arte de la escucha
El autor de El emperador, El sha, El imperio y Ébano, entre otros libros de crónicas que dieron una segunda oportunidad al periodismo para que se vistiera de largo y jalonaron un género literario próximo a los problemas del lector (y alejado de los cínicos, como él mísmo insistía), confunde en estos apuntes los diarios de experiendas con las revelaciones de la esencia humana.
Y son esos poemas, los mejores, los más cercanos a su naturaleza de contador de historias, aquellos que dan testimonio: "Rostros estropeados/ espinazos rotos/ currículos escritos hechos trizas/ innecesarios/ Alambrada/ Tú escribes sobre el hombre en el campo de concentración/ yo sobre el campo de concentración en el hombre/ en tu caso las alambradas están en el exterior/ en el mío anidan en el interior de cada uno de nosotros".
Tanto de largo, como de corto, Kapuscinski sabía escuchar. Tenía oído para lo ajeno y confianza en la "palabra limpia" ("que no ha difamado/ que no ha delatado/ no ha participado en la persecución/no ha dicho que lo negro es blanco") que le devuelva la esperanza
Porque sí, manda el tono melancólico de quien ha vivido tanto que no le basta con una
vida. Se le pasó volando: "Por qué/ el mundo/ ha pasado a mi lado/ tan rápido", escribe en uno de sus poemas.
Poesía a debate
Para muchos este libro tendrá poco que ver con la poesía, otros pedirán tiempo pare ver si estos apuntes se los lleva el viento v a los más fanáticos del maestro de periodistas les sabrá a miel sobre hojuelas. Por encima de gustos y disgustos, lo cierto es que éste es un libro necesario para seguir acotando al personaje. De momento, sale con una tirada de 1.500 ejemplares, pero huele a reedición.
Peio H. Riaño
Público
10-1-08
1 comentario:
Me encantó su artículo. Cada palabra es una placer y una luz de reconocimiento para el gran Kapuscinski.
Desde Chile, le envío agradecimientos y saludos.
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